Como propósito de año nuevo, Los Nopos trataremos de hacerles llegar cada semana lo observado desde las alturas, para que ustedes queridos lectores, tengan un panorama mas real de lo que sucede en la zona conurbada Veracruz-Boca del Rio-Medellín-Alvarado pues la zona metropolitana ya también abarca esa zona.

 

Así como nosotros, esperamos que ustedes también hayan hecho sus propósitos de año nuevo, pero que sean nuevos y renovados, no como los memes de que si son los del 2014, que intente el 2013 y que formule en el 2012, así no se vale.

 

Lo que tampoco se vale, es el secuestro de una persona con cierto reconocimiento en Medellín de Bravo, un activista ciudadano, con intentos de reportero, que si bien no era tan buen reportero, si hacia ruido en redes sociales para señalar los errores de los alcaldes en turno.

 

La polémica se ha desatado en torno a que si su modus vivendi era ser editor de un periodico-pazquine que se llama La Unión de Medellín, que si vivía de eso o no y no está mal el querer sobrevivir diciéndole a los políticos sus verdades, lo que vemos verdaderamente asqueroso, es que comunicólogos que tanto han criticado a reporteros empíricos, ahora sean los que mas defienden postura y sin pelos en la lengua y en la mano, podemos decir que a nosotros mismos nos han rechazado por esta situación

 

Hubiera sido más impactante, señalar que el secuestrado era un activista social, que había sido perseguido políticamente y que por ejercer su derecho de libertad de expresión había sido privado de su libertad, porque expresarse, no solo es virtud de los periodistas.

 

Pero en fin, esperamos que aparezca pronto, con salud, entero y aunque se lleve sus catorrazos, regrese a su casa, pues su familia lo espera.

 

A quien también esperaban era a Miguel Ángel Yunes Lobeira, el descendiente del actual alcalde de Boca del Río, quien será heredero de tradición política de la familia que ya empiezan a decirle el clan Yunedeny, por aquello de los Kennedy; muchas felicidades a los papas, tíos y abuelos.

 

El que si negreo a su gente este fin de año, fue Taco Ruíz, alcalde de Alvarado, casi toda la semana tuvo eventos, que si las ramas, que si los viejos, pero sus empleados, si se molestaron cuando el 31 de diciembre quiso hacer cena de fin de año, con ellos, pero sirviéndole, se las rompió, la tradición y la madre también, total, estamos hablando de Alvarado y su lenguaje lo permite.

 

El que no saco ni la nariz fue Ramón Poo, que al parecer no se encontraba en el municipio, ni el estado, ni el país y se le olvido irse a dar el baño de pueblo más emotivo en Veracruz, la misa conmemorativa del incendio del mercado Unidad Veracruzana, allá en el 2002 cuando el alcalde era Julen Rementería, que dicho sea de paso, busca ser diputado federal en las elecciones de este año.

 

Retomando, cada fin de año que pasa, se va minimizando la tragedia del mercado, pues cada vez se reduce más las conmemoración eclesiástica y el recuerdo de las víctimas, que de por si redujeron el número oficial y no es una celebración macabra, nos tiene que servir de lección, para evitar otra tragedia, recuerden el dicho «quien no conoce la historia, está condenado a repetirla», pues también es cierto que poco a poco, se están llenando las aceras de los mercados, de vendedores ambulantes, como estaba el 2012.

 

Ya con esta nos despedimos amigos, hay que partir y como dijera aquel famoso mimo y cuenta cuentos, «tómense su chocolatote y adiós amigos» nos veremos la próxima semana.

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