El camino a la plenitud

Durante siglos mujeres y hombres han tratado de resolver el enigma del sentido de la vida recurriendo al estudio y análisis existencial y ocupacional de la persona. Sin embargo, a pesar que se han escrito cientos de libros que pretenden explicar ¿para qué estamos en este mundo? Ninguna teoría ha logrado sustituir la experiencia de vivir por sí mismo la aventura de enfrentarse a lo desconocido.

El mundo ofrece cada día una gama de posibilidades que permiten al individuo soñar con una vida en plenitud, lo cual es posible gracias al misterio que ofrece el mañana, mismo que no existiría si las experiencias de otros narradas en libros, sirvieran como guía o manual para enfrentar y resolver las etapas de la vida. Sólo se debe tener el valor para superar el miedo a lo desconocido, sentimiento que es natural en la mayoría de los seres humanos, no obstante se puede convertir en una experiencia extraordinaria, cuando el deseo de una mejor vida se sobrepone a la comodidad que ofrece la costumbre.

La mejor historia para contar siempre será la propia

Se pueden escribir cientos de páginas que pretendan describir los sentimientos y las emociones vividas por otros, pero jamás podrán sustituir las sensaciones que producen vivirlas de forma personal; o ¿acaso la narración del beso en la obra de Romeo y Julieta puede suplir la experiencia de dos enamorados que se miran hasta juntar sus labios, cerrar los ojos, para acceder a la ventana por la cual se observa el futuro?

Vivir en sí mismo es una gran aventura

Por tanto, se debe ser valiente para estar dispuestos a enfrentar y aceptar las situaciones que dan acceso a una vida plena. Cada individuo desde que nace va escribiendo su propia historia, la cual puede llegar a ser influenciada por las experiencias de otros, sin embargo esto no evitará experimentar en carne propia las desiciones y etapas de la vida.

Entonces ¿para qué estamos en este mundo?

Aunque es común escuchar que la misión en la vida es ser felices. ¿Qué es la felicidad? Eso sigue siendo un asunto personal y cada uno debe descubrir su propia respuesta, pero el resultado de ese descubrimiento impactará a las personas que forman parte del entorno del sujeto investigador. Las experiencias de vida de terceros, son únicamente un referente sobre hechos y situaciones particulares que pueden ser utilizadas como un antecedente hipotético, lo cual implica que no esta garantizado un resultado idéntico. Por consiguiente, es necesario estar dispuestos al cambio; toda vez que, desde la concepción del individuo, la vida es apertura, transformación y cambio. Por consiguiente, esperar una vida exclusiva, estática y monótona puede causar desilusión.

‪#‎MéxicoRequiereUnCambio‬

Dr. Jeremías Zúñiga Mezano
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