Consulta contra la Reforma Energética[i]

 

 

En días pasados, los tres partidos políticos más representativos del país, el PRI, el PAN y el PRD, han manifestado sus serias intenciones de someter a una consulta popular la viabilidad de tres temas que, según cada fuerza política, son de interés general y beneficio nacional: el PRI reduciendo la cantidad de legisladores plurinominales en ambas Cámaras, el PAN preguntando si la gente quiere un mejor salario o no y el PRD consultando si es de aprobarse la reforma energética en los términos que fue avalada por la mayoría calificada por el Congreso de la Unión. Hoy analizaremos ésta última.

 

De entrada hay que reconocer que el PRD, si bien es el partido más dividido y fracturado gracias al talento de sus propios militantes y liderazgos, le ganó la partida a los otros dos. Puso de manifiesto su capacidad de debate y logró prender las luces de emergencia a los vecinos pues tendrían muchos más reflectores con este tema que ellos. Sin duda hay talento en la izquierda.

 

Concretamente, le están preguntando a los ciudadanos si ¿están usted de acuerdo en que se mantenga el decreto de reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia de petróleo y energía eléctrica publicado el 20 de diciembre de 2013? Argumentan además que, se reformó el articulado para que a partir de ahora, inversionistas nacionales y extranjeros puedan participar en los procesos de explotación de yacimientos y generación de electricidad, quitándole esa facultad exclusiva a la Nación. Utilizan equipos de sonido con una serie de spots grabados que hacen alusión que “nos están robando el petróleo, la riqueza y que no lo permitirán”. La primera parte mucho más sustentada que la segunda, pero la segunda tiene más fuerza social que la primera. Estrategia.

 

Sin duda alguna, la consulta del PRD tiene preferencia en el interés de los académicos, empresarios, políticos y la ciudadanía en general que las propuestas del PRI y del PAN. No tanto porque las propuestas del PRI y del PAN sean irracionales, inviables o importantes, sino porque insisto, la del PRD tiene mucho más seriedad y denota una mayor envergadura.

 

Las reformas educativa, de telecomunicaciones, hacendaria, de competencia económica, laboral, la ley de amparo, la homologación del código de procesos penales, transparencia, política y electoral son de gran trascendencia. No hay duda de ello. Pero la reforma energética, es la de mayor calado, la que impactará más y en menos tiempo a los mexicanos. Representa la gran apuesta del Gobierno de la República y por ello era, desde el principio, el objetivo para las izquierdas. Debían tumbarla a como diera lugar. Sabían que no lo lograrían con votos en el Congreso, así que decidieron darle vida al instrumento que ellos mismos aprobaron en la reforma política, la consulta ciudadana.

 

El objetivo: conseguir al menos dos millones de firmas (el 2 % del padrón electoral nacional). ¿Cómo lograrlo? Movilizando a todos sus comités estatales y municipales donde los haya. El problema: MORENA y López Obrador están haciendo lo mismo. Están entorpeciéndose entre ellos y están echando a perder una idea brillante.

 

Muchos analistas dan por hecho que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no validará el trabajo desaseado del PRD y se vendrá todo abajo. Otros, obvio los interesados, manifiestan que procederá porque es la voluntad del pueblo. En lo personal creo que la idea ha sido muy buena pero ha sido muy mal ejecutada. Si procede la del PRD, procederá también la del PRI y así la del PAN, que más bien es del Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Los ministros sentarán precedente y la vida del país tomará inevitablemente un nuevo rumbo.

 

Aplaudo el ejercicio de las consultas populares. Fortalecen la democracia.

 

Lamento que desde el principio hayan nacido torcidas derivado de los intereses de los partidos.

 

Era una buena idea.

 

 

Sugerencias y comentarios

robsaca@hotmail.com

@_carlosrobles

 

 

[i] Autor Carlos Robles Saldaña. El autor cuenta con estudios de Licenciatura en Economía por la Universidad de las Américas en Puebla así como de Maestría en Administración por el ITESM. Se ha desempeñado en el sector internacional, privado y público.

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