“Por un transporte público de calidad”

 

Diversas voces se han expresado en torno al incremento que han aplicado algunos conductores del servicio público, en su modalidad de transporte urbano, a estudiantes y adultos mayores durante los fines de semana en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

 

Al respecto, los reportajes sobre el tema en comento han referido también las condiciones en que se encuentran las unidades automotrices, la velocidad a las que son conducidas, la capacitación de sus conductores y la manera en que opera dicho servicio de transporte.

 

Sin duda, son muchas las aristas en torno al servicio del transporte público, entendido éste como aquél que se brinda por terceros previa concesión o permiso del Estado para satisfacer necesidades colectivas, y que por ende ameritan abordarse no de una manera aislada o focalizada, al presentarse esta problemática desafortunadamente en diversas ciudades del país en detrimento de la calidad de vida de la población.

 

Uno de los temas que más preocupa a la población entorno al transporte público es el costo del pasaje, entendible porque afecta directamente la economía personal; sin embargo, también destaca la seguridad de éste, sus rutas, los tiempos de recorrido, su interconectividad, por mencionar sólo algunos puntos.

 

Las acciones gubernamentales, en general, tienden a buscar ordenar el servicio, evitar invasiones de rutas, contar con unidades en buenas condiciones, capacitar a los conductores, disminuir los accidentes -frecuentemente ocasionados por ganar el pasaje-. Está claro que la problemática del transporte público nos afecta a todos, de ahí que, generalmente, en la toma de decisiones estén consideradas las opiniones no sólo de las autoridades, sino también de los concesionarios y representantes suficientes de la sociedad civil, sobre todo de los sectores más afectados como estudiantes, adultos mayores y las amas de casa.

 

El precio al pasaje del transporte público no es un tema fácil. Hacer comparativos en torno al costo y calidad del servicio otorgado en otras ciudades es algo que de manera frecuente se pone en la mesa y que si bien, en algunas partes del país llega a costar el pasaje más de 7 pesos, las condiciones económicas y del propio servicio no son comparables.

 

Como bien refería, las aristas son muchas: desde el costo del pasaje, la seguridad, uso de unidades modernas no contaminantes con servicios como aire acondicionado, sistema de entretenimiento audiovisual, el costo del combustible y las refacciones, la percepción económica de los usuarios y de los conductores, las rutas, las ganancias adicionales de los permisionarios por la portación de publicidad, el cuidado de las unidades por parte de los usuarios, el cumplimiento de la revista vehicular, mayor civilidad y educación vial, paradas exclusivas con horarios programados, programas e incentivos para la renovación del parque vehicular, el uso tarjetas inteligentes con suficientes centro para recarga, estandarizar el pago de los conductores de acuerdo al número de viajes de ida y vuelta, o por horas y días trabajados con independencia de la ruta que cubra; hasta el uso de Buses de Tránsito Rápido (BRT).

 

Al respecto, uno de los grandes retos en México es contar con una mejor movilidad y desarrollo urbano en beneficio de la población, con un transporte público seguro, accesible, eficiente e interconectado, para que se ahorre tiempo y dinero, se reduzcan los niveles de contaminación por emisión de gases y logre erigirse con mejor opción ante el uso del vehículo particular.

 

Otro reto mayúsculo, es mejorar el poder adquisitivo de la población, lo cual es una de las prioridades del Presidente Enrique Peña Nieto. De ahí su determinación para contar con bases sólidas que permitan el crecimiento económico en beneficio de la economía familiar y del país.

 

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