Peligro, PEATON al acecho

Lunes de carreras locas, martes más relajados sin embargo con el cansancio aun no recuperado del fin de semana hace que durmamos 5 minutitos más que obviamente se reflejan a la hora de salir corriendo ya sea para el trabajo, la escuela o donde quiera que nuestros pasos se dirijan.
Es increíble observar las velocidades que hoy en día se alcanzan en nuestras principales avenidas y bulevares del puerto de Veracruz y Boca del Río.
Si bien había pisado el acelerador sin darme cuenta, noté que me rebasaban los demás autos cual tortuga en carrera contra la liebre, observo mi velocímetro y descubro que circulaba para mi sorpresa a 90 km p/h entonces pregunto ¿a qué velocidad van mis vecinos de autopista? Fácil rebasan los 130 km.
Hoy en día que los autos son de plástico, al mas mínimo impacto se caen las piezas por completo y que a su vez alcanzamos velocidades temerarias, ¿por qué se ha perdido el respeto en todos los sentidos de la vialidad?
Este lunes estuvo plagado de incidentes que me asombran como la naturaleza humana ha perdido respeto a su propia vida.
El peatón, ese ser que todos tenemos que ocupar esa postura en algún momento del día, como atenta contra su propia vida, observo y me admira como al ver circular los autos deciden aventarse como dijera el “Borras” al “fregadazo” guajolotean las calles y torean los autos cuales mataores en las mas audaces faenas.
Por darles unos ejemplos sencillos, he visto jóvenes con patines en el carril de baja velocidad en un tramo federal que como decía con anterioridad las velocidades oscilan entre los 100 y los 130 km, que piensan estos muchachos que no vendrá un loco a aventarlos?,. si bien tienen que respetar la vida de estos muchachos porque arriesgarse a que aparezcan en algún noticiero “joven arrollado mientras hacia ejercicio”
He visto motociclistas, ya sea de pizzerías, farmacias, aboneros o bien cualquier otra labor que requiera el uso de la moto, en verdad son los Haudinis del asfalto, aparecen de la nada, sin casco y midiendo fuerzas con cualquier vehiculo, pregunto ¿qué no se dan cuenta que aunque el seguro cubra los gastos llevan todas las de perder pues un impacto con un auto puede causarles daños irreversibles o en el peor de los casos la pérdida de la vida?
Los peatones que sin mayor recato y respeto a su vida se atraviesan a mitad de calle sin importarles que vienen los autos con semáforo en verde, o bien si un auto se están estacionando pasan por detrás a riesgo que les den un empujón, aquellos que caminan entre los camiones, todos ellos, con mucha culpabilidad en los accidentes, pues mientras al conductor en primera se queda sin auto, ingresa al ministerio público en lo que se deslindan responsabilidades, el impacto que puede causar emocionalmente en el conductor porque recordemos que no todos son cafres, no todos son unos borrachos al volante, también hay jóvenes imprudentes, señoras que ni ven y caminan con mucha dificultad y aún así surfean su suerte al atravesar a mitad de calle y sin la menor prudencia.
No crea estimado lector que me ciego al considerar todos estos errores por parte del peatón, también conozco la otra parte, la del conductor agresivo, aquel que no respeta los semáforos, aquel que cuando golpea a una persona y sale como ráfaga para evitar las responsabilidades, no los olvido, como tampoco olvido la parte de las autoridades, con calles mal trazadas, sin semáforos, sin puentes peatonales aun cuando hay zonas que han cobrado varias vidas, tal es el caso del tramo a la salida del Ilustre Instituto Veracruzano, ese tan sonado para los jóvenes quienes hasta el día de hoy siguen esperando ese puente que les puede salvar la vida y que sin duda el mando del municipio de Boca del Rio, creo está esperando otro joven muerto para acordarse de sus promesas.
Señores lectores la educación vial es tripartita, peatón, conductor y autoridades, respetemos la vida, la cual es más que bella, pero también respetemos al peatón, respetemos al conductor y eduquemos a nuestros hijos para que no cometan los mismos errores que cometemos hoy y que esta ignorancia mantiene un índice muy alto de muerte por atropellamientos, en los cuales no siempre el conductor es el culpable.
Estas líneas parecen regaño pero más bien es una súplica, porque de mi bello Veracruz lo mas importantes es su gente que se caracteriza por sus risas, alegrías y tradiciones no hagamos que se conviertan en lágrimas, recordemos que antes decían pueblo bicicletero, (algunos aún lo dicen) pero evitemos eso, demostremos que Veracruz, crece y se supera día a día, evitemos que se derrame sangre innecesariamente en la carpeta asfáltica y no esperemos las historias “de mujer de escasos recursos es arrollada mientras se dirigía a su trabajo para mantener a sus 3 hijos” porque todos absolutamente todos tenemos alguien que nos espera en casa, tanto el conductor como el peatón y en ambos casos las familias sufren. Hagamos de Veracruz un ejemplo de educación, aunque cueste trabajo porque la vida de todos lo vale

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *