Cuando de madres se trata

Todo mundo espera esta fecha para celebrar a las madres, las jovencitas, las mayorcitas, las ancianitas, todas absolutamente a todas las madres, hablamos de entrega y desinterés, en México que la madre es pilar de la familia es altamente venerada. A todas ellas mi más profundo respeto, pues reconozco que sin las mamás muchos de los que transitamos por este mundo definitivamente no tendríamos la calidad humana con la que contamos.
Pero viviendo los días actuales en los que un alto porcentaje de la población se encuentran las madres solteras, las que trabajan, las que tienen que dejar a sus hijos a las abuelitas y familiares cercanos porque primero está llevar el sustento a casa, a ellas también mi reconocimiento, porque cuando sus hijos le preguntan ¿irás a mi festival? Solo repiten un muy quedo “no”, ellas que se tragan el dolor de no ver a su hijo cantar en un grupo escolar o bailar, ellas también todo el respeto del mundo. Cuando uno habla de la entrega materna faltan líneas para describir cada uno de los sacrificios de las madres, o de las abuelas que hoy en día por apoyar a los hijos viven una segunda maternidad cuidando a los nietos.
Me duele hasta el alma saber que hay madres en la cárcel por defender a sus hijos de males que estaban acechando y ellas tomaron justicia por mano propia, hasta esas madres, las asesinas, las que han violentado la ley en el recelo de los hijos, mi respeto.
Aquellas madres que han tenido que soportar matrimonios eternos viviendo un sin número de situaciones devastadoras que nos parecen ridículas pero que llevan la frase “todo sea por brindarle una familia” también mis respetos, no somos nadie para juzgar si vale la pena soportar un matrimonio plagado de agresiones cuando se antepone el bienestar de los hijos.
Recordando diferentes situaciones tengo el dolor atravesado de saber que en estos días todos brillamos de felicidad felicitando a nuestras progenitoras, pero ¿aquellas madres que han perdido a sus hijos? Los desaparecidos, los pérdidos por la vida pues van por el sueño americano o simplemente los que por obtener una mejor economía cayeron en las redes del narcotráfico y si no regresan es la eterna angustia de la madre. Pues desconocen el destino final que les espera a sus hijos. En una ocasión platicando con una señora ella me decía no puedo hacer nada por él, simplemente rezar soltando el llanto por su hijo quien estaba desaparecido temiendo que haya sido abatido en una balacera. ¿Cómo celebran esas madres? Porque recordemos que todos absolutamente todos, hemos tenido el beneficio de la duda de nuestra progenitora cuando dice, “será lo que sea pero es mi hijo”
Si existen madres así, ¿porqué existen aquellas que matan a sus hijos en un pasón de droga, aquellas que por defender un matrimonio o amasiato, permiten que sus hijos sean violados por degenerados, aquellas que venden a sus hijas al mejor postor cuando se encuentran en edad apenas cercanas a la pubertad, son muchos los casos que conocemos en ese sentido, algunos de estratos económicos muy bajos y otros de alta sociedad, que pareciera nunca suceder nada y lamentablemente es donde vemos tremendas atrocidades que callan por evitar el qué dirán.
A la mente sin mucho esfuerzo me llega la mujer que molesta sentó a su bebita de 2 años en un hormiguero, ocasionando la muerte de la menor. No olvidemos el caso de una ex reina de carnaval que matara y destazara a sus dos hijos menores de 3 y 2 años de edad enterrándolos en una maceta de su condominio.
En esta vida dicen que alguien debe de hacer la función del malo, hasta cierto punto siempre lo he creído, pues hay gente que nos permite descubrir hasta donde se puede llegar en el género humano, pero si pudiéramos pedir justicia divina, yo en lo personal pediría al ser supremo que las madres las respetara, que ellas siempre fueran buenas, entregadas y si no abnegadas por lo menos que aguanten las penurias con menos heridas en el corazón.
Y no existieran madres asesinas que tuvieron la bendición de procrear una vida y sin embargo no lo valoran, porque cuantas mujeres anhelan un hijo y simplemente esa dicha no les llega.
Señores, señoras, si tienen madre aun a su lado disfrútenla, y festéjenla, no con el regalo que supla todas las carencias afectivas, esos regalos no llenan las lágrimas en el corazón de una madre abandonada, denle lo que en la escuela nos dicen, calidad. CALIDAD

Y sin reproches por favor, porque somos tan ingratos que lo primero que hacemos es cuestionarles quien las atendería si no fuéramos nosotros, valoren a sus madres porque Veracruz, mi estado bello, es cuna de las madres mas grandes, bellas y hermosas que hay, las aguantadoras, las que les encanta la pachanga música y bailongo, pero antes que cualquier cosa están checando si su chamaco ya tiene todo lo necesario. Esas madres son las que valen la pena, las que merecen un abrazo del tamaño del mundo y el eterno festejo del día de la madre y no solo el 10 de mayo.
Aprovecho y le digo a mi Mamá, gracias por ser quien eres y por qué sin ti, nada de lo que soy sería posible, y a todas las demás mamis mi respeto y admiración incondicional.

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