DE HOLANDES ERRANTE A TAQUERO

 

“Veracruz, es un manicomio con vista al mar, Satanás Ximénez”

 

Por: Miguel Salvador Rodríguez Azueta

Rob Debrouwer, no es un holandés común –al menos eso creo yo, usted amigo lector me dará su opinión- , hoy  a sus 35 años de edad  recuerda cuando salió de su natal Eidhoven, en Holanda, hace diez años. “Quería conocer México – dice- me puse de acuerdo con un amigo y viajamos  ciudad de México, pero quiso el destino que en el D.F. patinando sobre hielo me rompiera la pierna. Tuve que regresar a convalecer a Holanda”.

En su país natal  Rob se dedicó a vender frutas y verduras, pero con la idea fija en regresar a terminar su viaje por México. “Tenía la espinita clavada, así que una vez recuperado, regrese y en Boca del Rio, conocí a una chica xalapeña de la que me enamore” – esas mujeres tienen algo-. Así terminó parte de la historia del Holandés Errante, para iniciar una nueva etapa, la del Holandés empresario.

¿Cómo llegaste a Veracruz?  “Inicie  algunos negocios en Xalapa, incluso una sex shop, pero no pegó y la verdad venía de visita con mi esposa al puerto y cada vez que me regresaba a Xalapa, sentía que dejaba mi casa, me gusta el desmadre y aquí eso sobra. Puse el sex shop aquí en el puerto pero tampoco jaló, así que un día viendo como aquí se vende mucho los tacos al pastor, pensé en la carne turca tipo Kebab (De hecho su origen es persa y quiere decir carne a la parrilla) que en Europa se vende muy bien, entonces me propuse  “romperla la madre” a los tacos al pastor y me fui a Holanda a aprender a preparar la carne, allá estuve  6 meses y de regreso abrí este negocio aquí en el centro de la ciudad, en Madero Y González Pagés, cerca del mercado Hidalgo”.

“¿Que me gusta de Veracruz?, ya te dije el desmadre, de hecho ya pase mi curso como jarocho, imagínate viví en la zona de Guerrero, allá con la flota gruesa, ahí conocí a mis amigos que también son mi familia, mi  papá “el pirata” y “al Irlandés”- que no es irlandés sino más veracruzano que las picadas- , gente del barrio que me enseñaron a sobrevivir y a convertirme en jarocho.

Pido tres tacos de carnitas y para no quedarme con la duda, el taco de carne turca, mientras el Holandés continua su relato: “Vivo muy feliz en Veracruz con  mi esposa y mi hija Susan de dos años, ella es jarocha de nacimiento y algún día será reina de carnaval.  Si, si extraño a mis padres, es lo único que extraño de Holanda, ¿El queso holandés? No, no me gusta ¡huele a patas!, ¿Qué raro verdad?. ¿Que voy a hacer en el futuro? No lo se no me gusta saber que va a pasar, vivo al día. ¿Otro Taquito?”

Me como diez tacos, la famosa carne turca como que me supo a pastor disfrazado, pero los de longaniza y carnitas con cuerito están sabrosos, me dice Rob que también aprendió a hacer carnitas estilo Michoacán, ¡Vaya este Holandés si que resultó un estuche de monerías!, a ver si ahora que está de moda colocar monumentos al inmigrante en la zona del boulevard, ponemos uno al Holandés taquero

 

 

twitter :@Miguel_salvador


 

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