Presentan libro “Sabores de la Huasteca” en Sede IVEC

Veracruz, Ver., 23 de octubre de 2018.- La preservación de las tradiciones culinarias es una de las finalidades del libro Sabores de la Huasteca que presenta el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) este jueves 25 de octubre, a las 18:00 horas, en el Ex Convento Betlehemita del Recinto Sede. La entrada es gratuita.

Es editado desde la Secretaría de Cultura de Querétaro en coordinación con sus similares de Hidalgo, Veracruz, Puebla, San Luis Potosí y Tamaulipas. Con un tiraje de tres mil ejemplares.

Sabores de la Huasteca es un libro coordinado por Roberto Villaseñor, quien dijo que es el primer compendio con las características propias que resalta una región bajo este tema, y donde uno de los autores es el maestro veracruzano Tirso Bautista.

Incluye cerca de cien recetas de cocina que detallan los procedimientos de una de las prácticas relevantes de aquella zona geográfica que goza de sinfín de ingredientes gracias a su vasta vegetación y naturaleza.

El texto, de más de cuatrocientas quince páginas, que incluye un disco compacto, está estructurado con especialistas de gastronomía estandarizando los procedimientos para su mejor comprensión en cualquier centro de preparación de alimentos.

Roberto Villaseñor, en entrevista, se refirió a la necesidad de documentar las recetas en este libro, argumentando que ante los paradigmas sociales que cambian rápidamente, es necesario contar con el registro de los procedimientos culinarios que podrán ser retomados por las nuevas generaciones.

A diferencia de gastronomía, como vocablo, la extensión de su similar, el culinario, este último tiene que ver con los aspectos de relación en un contexto cultural, lo cual es eje del libro “Sabores de la Huasteca”.

En esta edición los lectores encontrarán reunidas recetas que muestran la unidad regional y al mismo tiempo la diversidad cultural y culinaria. Como por ejemplo seis versiones —una por cada estado de cómo hacer el emblemático zacahuil.

Alimento de la Huasteca que por su tamaño es considerado el más grande de los tamales de México, preparado para ceremonias y rituales, y que se puede también degustar los fines de semana en el mercado, en la plaza de los pueblos y en diferentes celebraciones.

Ofrece además el registro meticuloso de la cocina tradicional y un rico repertorio fotográfico que permite recorrer la Huasteca a través de los ambientes culinarios.

 

 

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