Golpe al hombre más rico de México[i]

 

 

La madrugada del pasado sábado, con 80 votos a favor, 37 en contra y once ausencias, el Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular el dictamen de un paquete de reformas al sistema de telecomunicaciones mexicano, específicamente a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión y a la del Sistema Público de Radiodifusión. Es decir, de 128 votos en total, estas reformas se aprobaron con un 62 % de la mayoría. Destaco esto último por dos razones.

 

Primero, una vez que fue aprobada a finales del año pasado una reforma constitucional al sistema de telecomunicaciones en nuestro país con las dos terceras partes de los votos totales, aprobar las leyes secundarias (las recién aprobadas el fin de semana) implicaba que el PRI y sus aliados no tuvieran mayores problemas para cabildear, sin embargo lo que el Presidente Peña Nieto ha buscado recurrentemente es la legitimación de sus propuestas. Bastaba con que 65 Senadores avalaran estas propuestas, pero al final fueron 80 los que vieron con buenos ojos estos cambios. Prácticamente todo el PAN se sumó a las demás fuerzas políticas y así abonaron a la ratificación de estos cambios. Importante sin duda alguna que el consenso político sirva a los intereses de la Nación.

 

Segundo, haber aprobado estas leyes implica, entre otras cosas, que a partir del primer día del año 2015 se eliminará en todo el país el concepto de Larga Distancia Nacional (LDN), lo que deriva en que todas las llamadas telefónicas que se hagan desde cualquier lugar a través de un teléfono fijo o móvil a cualquier teléfono fijo o móvil en cualquier lugar del país, serán contabilizadas y cobradas como locales. ¿Qué significa esto? Ahorro, competencia y mejor calidad en el servicio para los usuarios y, pérdidas por cerca de 20 mil millones de pesos para los dueños de las compañías operadoras de servicios de telefonía.

 

Diversos estudios serios en el sistema de telecomunicaciones en nuestro país, indican que el 70 % de la cobertura, infraestructura tecnológica, usuarios del servicio y del negocio en sí, son propiedad de una sola empresa denominada Radiomóvil Dipsa, S.A. de C.V. (TELCEL) propiedad del hombre más rico de México, Carlos Slim Helu, quien también es dueño de Teléfonos de México, S.A. de C.V. (TELMEX), entre otras muchas empresas. Dichos cambios implican que el señor Slim dejará de recibir en sus estados de cuenta la no despreciable cantidad de 14 mil millones de pesos al año por los servicios de LDN. Se le cayó ese negocio.

 

¿En qué nos beneficia a los consumidores estas reformas? Pues en mucho. Primero, porque se hizo justicia con un abuso que Slim ha venido disfrutando desde hace muchos años y posteriormente porque implica que ya cualquier usuario de cualquier compañía telefónica podrá exigir mejores servicios y tarifas a su proveedor de telecomunicaciones o de lo contrario, podrá irse a la compañía que más le parezca sin necesidad de esperar a que se cumpla el plazo forzoso de su contrato. Además, se estipula un capítulo de bonificaciones o descuentos cuando el sistema sufra fallas que impliquen que el usuario no pueda utilizar adecuadamente su red y servicios. Las compañías distintas a TELCEL podrán hacer uso de la infraestructura física y de las tecnologías del llamado agente económico preponderante de las telecomunicaciones en México, terminando con ese casi monopolio. Habrá pues más empresas, mayor competencia y por lo tanto menores precios para los usuarios.

 

Sin embargo, no todo podía ser contra del hombre más rico de México, algo tenía que ganar en esta negociación. Se determinó la posibilidad de que existan dos nuevas empresas de televisión nacional abierta para competirle a TELEVISA y a TELEVISIÓN AZTECA y además, que estas nuevas empresas utilicen la infraestructura de TELEVISA ya que, así como TELCEL, esta fue catalogada como agente económico preponderante en el sector televisión por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Por lo tanto, se maneja ya la posibilidad de que Slim invierta y compita en el mercado de televisión. Sin duda, tiene capital suficiente para hacer propuestas atractivas a las empresas globales que gastan miles de millones de pesos al año en comerciales por televisión. Puede ser que ahí recupere algo de lo ya perdido.

 

En general buenas noticias para los ciudadanos, no tan buenas para los empresarios. La última pregunta que quedaría, ¿por qué toda la fracción del PRD en el Senado se pronunció en contra de algo que beneficia a la ciudadanía en general? Su presidente nacional Jesús Zambrano, emitió un pronunciamiento desde el seno del Consejo Político Nacional y le “recomendó” a sus legisladores votaran en contra del dictamen pues dice “no se apega a lo establecido en la reforma constitucional”. Varios de sus Senadores se pronunciaron “sorprendidos” y ciertamente “molestos” por tal determinación, aunque al final hicieron caso a la recomendación de su líder. Huele más bien a que Slim les cobró favores a los legisladores de izquierda.

 

Felicito a los legisladores federales por la aprobación de estas leyes y hago votos porque este acuerdo sea llevado de la misma forma por la Cámara de Diputados en los días siguientes.

 

El Presidente Peña Nieto ha logrado uno más de sus cometidos y éste con un doble propósito: modernizar a México en este importante sector y lograr legitimidad en sus reformas, de tal manera que comparte el crédito y/o la carga social con las demás fuerzas políticas.

 

Enhorabuena para todos nosotros.

 

 

Sugerencias y comentarios

robsaca@hotmaill.com

@_carlosrobles

 

 

[i] Autor Carlos Robles Saldaña. El autor cuenta con estudios de Licenciatura en Economía por la Universidad de las Américas en Puebla así como de Maestría en Administración por el ITESM. Se ha desempeñado en el sector internacional, privado y público.

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