Durante los últimos 13 años los diferentes sectores sociales y gubernamentales se han enfocado más en buscar culpables, responsables, así como las causas que dieron origen al incremento de la violencia, delincuencia y criminalidad, que actuar para revertir la problemática que ha destruido el tejido social en México, para ello se han realizado foros, congresos, estudios, investigaciones; se han formado comisiones, fiscalías, consejos, y en general todas las conclusiones han sido las mismas, las diferencias más profundas se han radicado en la tipografía, los puntos y las comas.  ¡Basta ya de seguir en la búsqueda de lo mismo! La mayoría de los mexicanos sabemos que todos -Sociedad y gobierno- en diferentes porcentajes, somos culpable y responsables del incremento de la violencia y la delincuencia. Las principales causas: pobreza; violencia y desintegración familiar; pérdida de valores;  la destrucción del tejido social; la nula coordinación entre sociedad y gobierno; las campañas que promueven el consumismo y materialismo; la difusión de la cultura de todo rápido y sin esfuerzo; la corrupción; quizás falten tres, cinco o diez causas, que importa. Identificar los síntomas permite saber cuál es la enfermedad, pero no la cura, tomar la medicina y seguir las indicaciones si restablece la salud.

México requiere una alianza nacional

Se requiere una alianza incluyente, solidaria en la cual cada sector que integra la sociedad tiene que participar haciéndose responsable de su ámbito de acción y entorno de influencia, nadie debe quedar fuera de una “alianza Nacional” ¿Quién debe dar el primer paso? La ciudadanía, porque es una decisión que está en nosotros, que no depende de terceros, que obligaría a otros actores a cambiar, como un sector fundamental para la formación de ciudadanos, él de los medios de comunicación, qué, aunque su labor es de informar, también forma. El  contenido de la programación puede llegar a hacer la diferencia en los entornos sociales, porque marcan modas, tendencias y hasta modifican la cultura de una comunidad. El Gobierno, las acciones de la participación ciudadana organizada pueden llegar a obligar al gobierno a rediseñar y aplicar políticas públicas que generen bienestar colectivo. ¿Qué se requiere? Voluntad y compromiso. ¿Dónde empezar? En el hogar, con la familia. Se requieren fortalecer el núcleo familiar ¿Cómo? Organizando el tiempo para convivir con los hijos, hermanos, padres, abuelos, pareja. Posteriormente se tiene que fortalecer la convivencia vecinal, es necesario una sociedad solidaria. ¿Conoces a tus vecinos? ¿Cómo se llaman? ¿A qué se dedican? ¿Dónde trabajan? ¿Qué situaciones difíciles enfrentan? ¿Cómo puedes ayudarlos? ¿Cuándo fue la última convivencia vecinal que participaron por lo menos 5 familias que vivan en la misma calle? Si las respuestas son positivas significa que estas contribuyendo a mejorar el entorno, sino hay mucho que hacer y el mejor momento para iniciar es ahora.

¡Basta de decir, No tengo tiempo!

El tiempo es un recurso democrático, todos tenemos el mismo tiempo en un año -12 meses, 365 días, 8,760 horas, 525,600 minutos- ¿Qué porcentaje de tu tiempo dedicaste en 2013 a escuchar a tus hijos, hermanos, padres, abuelos, pareja? En lo que va del presente año ¿Cuántas horas has convivido con tu familia? ¿Qué has hecho que mejore la calidad de vida de tus vecinos? ¿Cuánta gente has conocido? Es momento de actuar, mientras no tomemos la medicina la enfermedad seguirá avanzando.

Acciones primarias para iniciar el cambio

  1. Fortalecer las relaciones familiares en el hogar (platicar y convivir con hijos, hermanos, padres, abuelos, pareja) una familia solidaria es una sociedad solidaria. Se deben evitar los programas que promuevan la violencia, el individualismo, la cultura de todo rápido y sin esfuerzo. Tengamos presente: lo que pasa en casa se refleja en la sociedad.
  2. Mejorar las relaciones vecinales. Es fundamental que se organicen reuniones periódicas entre vecinos para crear empatía que generen solidaridad. La estrategia de los delincuentes ha sido como la de los leones cuando cazan, estudian a su presa, observan sus movimientos y trabajan en equipo para aislarla. Eso ha hecho la delincuencia, aislarnos como sociedad.
  3. Involucrarse en la educación y formación de los niños y adolescentes. Se tienen que realizar reuniones periódicas entre padres de familia, maestros y directivos en las escuelas para trabajar en conjunto en una educación basada en valores, libre de violencia. La conducta de los niños y adolescentes es el reflejo de su entorno.
  4. Generar acciones vecinales para mejorar el entorno de convivencia (limpiar los parques, organizar torneos deportivos, limpiar el frente de las casas abandonadas, arreglar las áreas verdes). Se requiere una sociedad solidaria, inclusiva y participativa.
  5. Organizar convivencias con las autoridades locales. La vinculación que exista entre sociedad y gobierno es fundamental para la implementación de políticas públicas que generen bienestar. La convivencia e identificación entre ciudadanos y policía será la base para crear entornos más seguros y de confianza.

Aplicando estas acciones básicas se solidificarán las bases para formar comunidades más seguras, alegres, solidarias, inclusivas y colaborativas.

Dr. Jeremías Zúñiga Mezano

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