6 cosas que seguramente no sabías sobre el Palacio Nacional en la CDMX

Por Ana Elba Alfani Cazarin

matadornetwork.com

 

El Palacio NAcional  es una de las visitas obligadas durante tu estadía en la Ciudad de México. Este edificio ha sido testigo del acontecer histórico de México y su arquitectura es parte de nuestro patrimonio cultural. Alberga espacios de suma importancia para nuestra historia, como el recinto homenaje al presidente Benito Juárez, el Fondo Histórico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, un hermoso jardín botánico y unos impresionantes murales pintados por Diego Rivera.

Su historia

Foco de la vida política del país desde la época virreinal, el Palacio Nacional es la sede del poder ejecutivo de México y es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Su construcción se inició en 1522, pensado como la segunda residencia privada de Hernán Cortés. Se eligió este lugar por haber sido una parte del palacio del Huey Tlatoani Moctezuma Xocoyotzin.

 

Adquirido por la corona española, fue destinado como palacio para los virreyes de la Nueva España. Debido a un incendio, fue semi demolido en 1692, y posteriormente fue reconstruido por los siguientes virreyes. Consumada la Independencia de México, se volvió la sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de los diferentes regímenes republicanos y monárquicos del país durante parte del siglo XIX.

En la actualidad y desde el gobierno del General Lázaro Cárdenas (1934-1940), los presidentes mexicanos viven en la residencia oficial de Los Pinos. Este palacio, por su parte, sigue albergando algunas dependencias del gobierno y solo es utilizado para actos de protocolo y para las tradicionales celebraciones del grito de Independencia y del desfile militar del 15 y 16 de septiembre.

 

Alguna vez se izó la bandera americana en el Palacio Nacional

El 14 de septiembre de 1847, durante la guerra entre México y Estados Unidos y luego de ser tomado el Castillo de Chapultepec, el ejército estadounidense entró en la plaza principal de la Ciudad de México e izó su bandera en el Palacio Nacional en señal de victoria, bajo las órdenes del General Winfield Scott.

El día en que los mexicanos celebramos nuestra independencia, la bandera extranjera seguía ondeando en lugar de la nuestra. Fue hasta el 29 de junio de 1848, luego de ratificado el Tratado de Guadalupe Hidalgo, que nuestro lábaro patrio volvió a ondear en el Palacio Nacional.

La influencia de Maximiliano y Carlota en el Palacio Nacional

Durante su breve imperio, se amplió el Jardín Botánico, se fundó el Teatro de la Corte y se le agregó una escalera a los Departamentos Imperiales, que hasta hoy se le llama “Escalera de la Emperatriz Carlota” y comunica los patios marianos.

Por instrucciones del emperador, se convirtieron todos los salones del frente de la fachada principal en un solo e inmenso salón, destinado a los banquetes, recepciones oficiales y fiestas de la corte imperial. Las paredes fueron cubiertas de tapiz carmesí con el escudo imperial en color dorado; se instalaron candelabros de bronce y sendos jarrones de mármol blanco. Los salones se decoraron con finos muebles europeos y, en los pasillos principales de las llamadas áreas del emperador, fueron puestos retratos de los principales héroes de la independencia de México.

Porfirio Díaz y la celebración del centenario de la Independencia

Los planes para las fiestas del Centenario de la Independencia en 1910 duraron años y el presidente Díaz ordenó en 1901 la rehabilitación casi total del palacio, salvo por el Salón de Recepciones. Por ello, gran parte del estado actual del resto de las áreas protocolarias del Palacio Nacional son de esta época. Se entró de lleno a la modernidad del siglo XX con la instalación de elevadores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *