A tiros asesinaron a maestra de primaria en Minatitlán

Le metieron 11 balazos a la maestra, Deyanira Rodríguez Zúñiga, cuando salía de dar clases al grupo de quinto grado en la escuela primaria, Pablo Hernández, ubicada en la colonia Santa Clara.

La tarde de este viernes asesinaron a la profesora, Deyanira Rodríguez Zuñiga hija de la profesora fallecida, Graciela Zuñiga,  quien dio clases más de 40 años en la escuela 18 de octubre;  y sobrina de la maestra, Deyanira Zuñiga Palma, actual líder de los maestros jubilados de la delegación 20 del Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación en Veracruz (SDTEV).

Los hechos ocurrieron a las 13:00 horas sobre la calle Galeana esquina 5 de febrero en la colonia Santa Clara, a un costado de la escuela primaria, Pablo Hernández y a dos cuadras del panteón municipal.

De acuerdo con la versión de testigos, dos sujetos que escaparon a bordo de una motocicleta,  la estaban esperando a que saliera a la calle para ejecutarla y cuando la víctima se disponía a abordar  su vehículo,  le dispararon a quema ropa hasta en 11 ocasiones; el cuerpo quedó tendido en el suelo.

Roberto Blanco Romero su esposo, llegó con el fiscal de distrito, Vicente Vázquez Cruz,  para reclamar los restos de su mujer y dijo que no había motivo alguno para que le disparan, y que él se estaba enterando apenas de la muerte de su mujer, porque este mismo viernes en la mañana, salió su guardia de su trabajo y estaba durmiendo.

Se pudo conocer que la pareja de Deyanira y Roberto, ya tenian  tres años de estar separados, porque su matrimonio no funcionó por problemas maritales muy arraigados entre ellos; aunque seguían en contacto porque  procrearon dos hijos, un niño de siete años y una niña de dos. Su tía, la maestra Deyanira,  se encontraba devastada, inconsolable porque le gritaba que se levantara del suelo, pero ya estaba muerta.

La profesora, Deyanira Rodríguez Zúñiga tenía 37 años de edad y era maestra de quinto grado en la escuela primaria  «Pablo Hernández” su domicilio lo tuvo en la calle, Víctor F. Sánchez  colonia Soto Inés, de los petroleros atrás de Soriana.

“Mi sobrina tenía doble plaza, trabajaba en los dos turnos, y hace poco acababa de abrir una lavandería en su domicilio y todavía ni pagaba una secadora que sacó, no tenía enemigos y desconozco porque la asesinaron” declaró a la FGE la tía Deyanira Zúñiga Palma.

Testigos afirmaron que cuando la profesora intentaba abordar su vehículo Toyota de color gris, los sicarios abrieron fuego sobre la mujer sin darle tiempo de nada, porque le dispararon a boca jarro desde adelante y por atrás para asegurarse que no quedara con vida.

La mujer quedó tendida sobre la carpeta de rodamiento con la puerta de su vehículo abierta, porque sus victimarios la sorprendieron a punta de balazos; su  menor  hijo de siete años se salvó de milagro, y llevaba prisa porque ella se dirigía a la guardería,  para recoger a su hija de dos años de edad, pero jamás llegó porque la muerte la sorprendió.

El crimen se cometió  a las 13:00 horas, después que terminó de dar  clases en esa escuela primaria y al dirigirse hasta la calle Galeana, donde había dejado su auto estacionado en la vía pública en compañía de su hijo, la rociaron a balazos  y tras la ejecución los criminales emprendieron la huida con rumbo desconocido.

Los vecinos asustado al escuchar los disparos, salieron a la calle para  ver qué es lo que había sucedido observando a la maestra muerta tirada en medio de un charco de sangre  y  a un niño que estaba muy asustado llorando sentado dentro del vehículo; y sin pensarlo lo sustrajeron para protegerlo dentro de un domicilio particular,  mientras llegaba la policía.

Servicios Periciales  de la Fiscalía General del Estado (FGE) encontraron por los menos 11  casquillos percutidos al parecer calibre 9 mm, además  el vehículo presentaba  varios impacto de bala en los vidrios de las ventanas y del medallón.

Luego de realizar las primeras pesquisas del caso, la policía ministerial ordenó el levantamiento del cuerpo sin vida, para trasladarlo a la morgue donde realizaron la autopsia de ley, para determinar cuál de los disparos le quitó la vida.