Por Jeremías Zúñiga Mezano

 

¿Qué hace falta para que la ciudadanía sea parte en la toma de decisiones en esta estructura de gobierno?

La violencia es el reflejo de la pobreza, la desintegración familiar; la difusión de la obtención de la riqueza exprés y el estereotipo de vida “tener, para hacer y luego ser”; y la falta de oportunidades. Hoy el pesimismo, la apatía y el conformismo invaden al país, ante esta realidad la participación ciudadana es la piedra angular para la reconstrucción del tejido social y constituye el verdadero motor del desarrollo nacional.

El primer y más importante agente socializador de la persona es la familia. En los últimos años la familia ha venido sufriendo cambios en su rol y estructura, esto ha provocado la alteración del comportamiento humano.

El segundo agente regulador del comportamiento humano es la escuela. Los maestros juegan un papel fundamental para la formación de ciudadanos, sobre todo en las etapas de preescolar y primaria, porque es ahí donde se forman los ciudadanos éticos; con valores.

Un tercer agente regulador del comportamiento social es la religión, históricamente esta institución ha sido un factor clave que ha regulado el comportamiento humano, a través de cuatro elementos: el amor, el temor, el respeto y la esperanza. En la actualidad está institución también padece una crisis de identidad con los niños, adolescentes y jóvenes lo que ha provocado que estos sectores de la población se desarrollen distanciados de un componente esencial, el espiritual.

La alteración de estos tres agentes reguladores de la conducta humana ha provocado que la sociedad mexicana viva en entornos de: inseguridad, violencia, infelicidad, sufrimiento, aislamiento, ansiedad, estrés; que se ven potencializados por los estereotipos mediáticos de “Tener, para Hacer y luego Ser”.

¿Qué hace falta para que la ciudadanía sea parte en la toma de decisiones en esta estructura de gobierno?

Los ciudadanos tenemos el compromiso de trabajar en la construcción de entornos más seguros, alegres, solidarios, colaborativos e inclusivos para recuperar la tranquilidad de las familias mexicanas. ¿Y el gobierno?

A la sociedad le corresponde organizarse y presentar grandes iniciativas o proyectos para mejorar el entorno en que vive; al gobierno, analizar la viabilidad de las mismas para convertirlas en políticas públicas que resuelvan la problemática que padecen los ciudadanos. Para dimensionar la importancia que tiene la participación ciudadana para el gobierno, se puede analizar el Plan Nacional de Desarrollo 2013 – 2018, en él se menciona 166 veces la presencia del “gobierno” y sólo 6 el término  “participación ciudadana”,  y el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011 – 2016,  en cual se menciona 349 veces la presencia del “gobierno” y sólo 31 el término  “participación ciudadana”  esto evidencia el distanciamiento actual entre sociedad y gobierno, por lo que se requiere más sociedad y menos gobierno o dicho de otra manera más inclusión y menos imposición.

Los ciudadanos tenemos el compromiso de trabajar de manera permanente en la reconstrucción del tejido social, en el cual la familia es el principal elemento de su conformación, de ahí la necesidad de recuperar e incrementar los lugares de esparcimiento y convivencia familiar. El objetivo es que no haya distanciamiento entre sociedad y gobierno, porque independientemente de la actividad laboral que cada individuo desempeñe, sea en la iniciativa privada o como servidor público, al final todos somos ciudadanos.

Unilateralmente (gobierno y sociedad) por si solos no pueden resolver el problema de la seguridad pública, por lo que se hace imprescindible la intervención de todas las partes.

Hoy todos los mexicanos conocemos a alguien que ha sido víctima de la violencia o la delincuencia (familiar, amigo, vecino, conocido), sino hacemos nada, el día de mañana seguro nosotros o nuestros familiares más cercanos (abuelos, padres, hermanos, conyugue, hijos o nietos), también serán víctimas de la violencia o delincuencia, sino participamos solidariamente para resolver los orígenes de la violencia y la delincuencia, sólo es cuestión de tiempo. Todos construimos nuestro futuro ahora.

 

Dr. Jeremías Zúñiga Mezano

Twitter: @jeremiaszm

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